Oremos
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo, Templo augusto de la Santísima Trinidad.
Dios te salve, María, Señora mía, mi tesoro, mi belleza, Reina de mi corazón, Madre, vida, dulzura y esperanza mía queridísima, – más aún – mi corazón y mi alma.
Soy todo tuyo, oh Virgen benditísima, y todo lo mío es tuyo. More en mí tu alma para engrandecer al Señor. More en mí tu espíritu
para regocijarme en Dios.
Oh Virgen fidelísima: ponte como un sello sobre mi corazón, para que en ti y por ti permanezca fiel al Señor.
Concédeme, por tu bondad, la gracia de contarme en el número de los que amas, enseñas, diriges, nutres y proteges como a hijos.
Haz que despreciando por tu amor todos los consuelos terrenos, aspire continuamente a los bienes celestiales, hasta que por medio del Espíritu Santo, tu Esposo fidelísimo, y de ti, Esposa suya fidelísima, sea formado en mí Jesucristo, tu Hijo, para gloria del Padre Celestial,
R: Amén.
Publicado: 2016-12-07 | Modificado: 2016-12-07T23:30:02-7:00.