Mensaje de Jesús
¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
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Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.
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Cuando te entregues a mi, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes. No me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimento de tus deseos.
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Cierra los ojos del alma y dime con calma: “Jesús, yo confío en ti”.
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Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que puede suceder después. No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. Entrégate confiadamente en mi. Reposa en mi y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: “Jesús, yo confío en ti”.
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Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas, y querer resolver las cosas a tu manera cuando me dices: “Jesús, yo confío en ti”. No seas como el paciente que le dice al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.
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Déjate llevar en mis brazos divinos. No tengas miedo. Yo te amo si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración.
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Sigue confiando, cierra los ojos del alma. Continúa diciéndome a toda hora: “Jesús, yo confío en ti”.
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Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Satanás quiere eso; agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía sólo en mi. Reposa en mi, entrégate a mi. Yo hago los milagros en la proporción de la entrega y confianza que tienes en mi. Así que no te preocupes.
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Echa en mi todas tus angustias y duerme tranquilo. Dime siempre: “Jesús, yo confío en ti”. Y veras grandes milagros. Te lo prometo por mi amor.
Publicado: 2016-12-07 | Modificado: 2016-12-07T23:30:02-7:00.