Acuerdate
Acuerdate, ¡oh piadosísima Virgen de Guadalupe!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a ti acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante ti. Oh madre de Dios, no deseches mis súplicas, antes bien, escuchalas y acogelas benigna mente. Amén.
Publicado: 2016-12-07 | Modificado: 2016-12-07T23:30:02-7:00.
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