Poderosísimo San Elias del Monte Carmelo, Barón predilecto del Omnipotente ; guía de los Mortales que nos encontramos sin camino; en esta tierra arrodillado ante tí; te suplico que me ayudes a sacar de mi hogar todo mal espíritus que se hayan alojados en él, ya sean enviado o que naturalmente se hayan posesionado. Te suplico también San Elias , que así como has vencido al enemigo que ha tratado de hacerle daño a la persona que tú proteges, así pueda yo vencer todos los que quieran hacer daño.
Préstame tu espada para destruir con ella, todos los maleficios que me hayan hecho y que puedan hacerme. Te suplico, Santo Mío, de no abandonarme en la hora del peligro. Ayúdame en estas hora para conseguir la tranquilidad en mi hogar, brindame tu protección y no dejes que ninguno de mis enemigos me hagan daño...
Amen.